Alguien decía que el mundo ha perdido su capacidad de asombro; menos en la Argentina donde nos desayunamos cada día con el plato de lo insólito y el asombro del “yo no sé, no lo sabía”
A nuestros “craneotecas” políticos se les ocurrió inventar el “candidato testimonial”, una figura ambigua y mal nacida que se presenta a elecciones pero, no va a asumir el cargo si es elegido. Es decir, prestan su imagen de posters publicitario para la campaña electoral. Es una estafa al pueblo y lo hacen con total y absoluta impunidad.
Otros personajes renuncian a su cargo para asumir otro, guiados por lo mediático electoralista y no cumplen con el compromiso asumido con el pueblo. ¿Para qué diablos los votaron? Con el perdón de los diablos que al lado de estos personajes, son unos ángeles.
La farándula política prepara su escenario y actúa de acuerdo a las directivas de los ‘mandamás’, para después dejar el puesto a segundos actores de reparto para continuar imponiendo políticas de despojo y entreguistas, como es la venta del territorio nacional, de los recursos naturales, la devastación por las empresas mineras y sojeras y los altos índices de contaminación. Y así sigue la joda, impunemente, entregando la soberanía nacional.
Esos personajes políticos creen que el pueblo traga sapos y come vidrio molido condimentado con mentiras y falta de dignidad. En ese escenario actúan dirigentes políticos, ex mandatario, gobernadores, intendentes, diputados y senadores, sumando a ese aquelarre de la farándula política. Allí están los pedacitos que quedan del justicialismo en el desbande ideológico y la falta de creatividad; un justicialismo al cual ya nada le queda de sus principios e ideales de justicia social y participación del pueblo.
Lo que les queda son los despojos para actuar con las mismas palabras del movimiento peronista, vaciadas de contenido. Hay que recordarles a Perón cuando decía que: “el año dos mil nos encontrará unidos o dominados” y en estos años la entrega del patrimonio del pueblo a los grandes intereses internacionales es aterradora, sometiendo al país a la decadencia y entrega colonialista.
Evita, les estaría pateando el trasero al ver tanta bajeza, sometimiento y falta de coraje para defender la soberanía nacional y a nuestros niños. ¿Recuerdan: “Los únicos privilegiados son los niños”?. Dan ganas de llorar.
Para la farándula política del gobierno, como de sectores opositores, pareciera que su único objetivo es la “seguridad”, cada día más insegura. Un ejemplo de éste aquelarre es que todo se reduce a bajar la edad de imputabilidad a los niños, como si fueran los responsables de la violencia y de todos los males que afectan al país. El gobierno nacional con el co-gobierno de Kirchner, y con Scioli y otros personajes, se asumen como cruzados en la campaña impulsada y manipulada por los grandes medios de comunicación que, con hipocresía mediática, buscan justificar lo injustificable, necesitan a quien inmolar en “nombre de la seguridad” y la víctima son los niños. Ese mecanismo perverso no es nuevo
“¡Señores y Señoras…la función ha comenzado, se levanta el telón y no hay entre- acto. No se suspende por mal tiempo! Aquí están la televisión, las radios, los periódicos, todos los medios posibles a su disposición para que la farándula política logre aturdir con sus mensajes a la población….”
Vivimos en una sociedad en crisis de valores. En el escenario electoral cada actor y actriz asumen su personaje y se ponen la máscara para representar su rol, donde cada cual atiende a su juego, siguiendo el libreto. Pero, como toda obra teatral, también finaliza y cae el telón; los actores y actrices deben sacarse la máscara del “personaje” y volver a ver su verdadero rostro. Algunos se reconocen como “persona”. Otros continúan asumiendo su rol de personajes porque tienen miedo de reconocerse como personas. Ahí vienen los problemas de conciencia, de valores y actitudes frente a si mismos, a sus familias, ante la sociedad y el país. Pero algunos tienen miedo de si mismos y que la conciencia y el corazón les reclame por sus actos; son los actores que privilegian el precio por sobre el valor; no reconocen que precio y valor no son lo mismo.
Hay que hacer memoria, no podemos olvidar los comportamientos de dirigentes políticos que votaron las leyes aberrantes y después, de acuerdo a los vientos políticos y el oportunismo, cambiaron el libreto. A muchos actores y actrices les falta coraje, claridad política y valores éticos y están dominados por sus propios miedos que los lleva a la “obediencia debida o obediencia ciega”. (Los argentinos sabemos lo que eso significa, aún nos duele en el alma y el corazón)
La farándula política sumisa teme desobedecer la orden del jefe, quien no tolera disidencias ni críticas y le baja el pulgar a quien no responde a sus órdenes. La “democradura, como bien la define E. Galeano.
En algunos casos ha provocado la “rebelión en la granja” de sectores del partido, cada día más partido; no por objetivos y valores al servicio del pueblo, sino por los puestos políticos en el juego electoral, terminando aliados a sectores que antes criticaban. Pero negocios, son negocios y los objetivos sociales y políticos ya no cuentan. Lo que cuenta es cómo ‘arrimar el bochín’.
Sectores de la oposición pareciera que tienen el mismo libreto. Han cambiado algunos parlamentos y actores encargados de vociferar toda clase de pestes posibles para lograr denigrar a otros, frente a su propia su falta de creatividad. Buscan alianzas políticas a cualquier precio. No presentan propuestas alternativas a los problemas estructurales, a la pobreza y miseria que afecta a casi 15 millones de compatriotas, al aumento de la mortalidad infantil, (25 niños mueren por día de hambre en el país, según informe de UNICEF), a los daños ambientales, al dengue; a la situación que viven los niños a quienes quieren penalizar y castigar por las faltas cometidas por los mayores. Pero en nombre de la “seguridad” los niños son las víctimas de una sociedad injusta, indiferente y violenta que busca solucionar su problema con más represión y autoritarismo, y encerrarlos en cárceles que son depósitos humanos.
El Parlamento apura sancionar una ley para encerrar a los niños y no para solucionar sus condiciones de vida. Es aberrante actuar con tanta bajeza y falta de valores. La farándula continúa con la obra: “drama argentino, la mentira al poder en tres actos”.
Sí, entendieron bien, he dicho niños y no menores; hasta en eso pretenden despersonalizar a las víctimas, más aún si son pobres, de piel morena, ojos negros y hambreados. Les resultan útiles para la campaña electoral, para pontificar sobre la seguridad, pero poco o nada hacen para resolver los problemas de la pobreza, la marginalidad y la falta de condiciones para una vida digna. ¿La farándula, se bajó de sus coches y se acercaron a un chico que vive en la calle violentado, hambriento, con frío y calor y con la ternura ausente de su vida, por su seguridad?
La situación de los derechos humanos en el país, en la construcción democrática, se encuentran en serias dificultades, ha aumentado la violencia social y estructural, que si bien desde algunas áreas del gobierno nacional y algunas provincias se han desarrollado políticas sociales y acercado a resolver el problema, son medidas parciales e insuficientes. Faltan políticas que lleven a la redistribución de la riqueza, a recuperar el patrimonio del pueblo y la defensa de la soberanía nacional. De lo contrario, seguiremos dando tumbos sin destino. Hay temas prohibidos en el teatro de la farándula política: “de esto, no se habla”.
Hay fuertes signos de resistencia en la esperanza en nuestro pueblo, de sectores sociales, campesinos, indígenas, comunidades religiosas, de derechos humanos, asambleas populares, sindicatos que no están dispuestos ha claudicar y que no quieren el teatro de personajes que termina traicionando al pueblo.
Esta resistencia es frente a los personajes que presentan su candidatura testimonial, y que son un mal testimonio y un engaño al pueblo, que no se debe tolerar.
La lucha continúa, es el grito continental que señala que el camino está abierto hacia la liberación. Hay que asumirlo en la resistencia social, cultural, política, económica y espiritual. Es necesario encontrar nuevas alternativas, nuevas formas en el hacer político.
“Hasta la Victoria siempre”. No hay que desesperar a pesar de los candidatos testimoniales de la nada y de la farándula política.-
Buenos Aires, 20 de abril del 2009
Que triste, que triste, que triste.
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